Muchos creemos que el personaje del Ratoncito Pérez surge en España, pero se ha descubierto que esta gran figura ya existía mucho antes y no muy lejos de España, estamos hablando de Francia.
Ellos fueron los primeros en mencionar al Ratoncito Pérez en Europa y fue a través de un cuento de niños por la baronesa d´Aulnoy. titulado La Bonne petite souris (El buen ratoncito) en la cual nos cuenta la aventura de un hada que se convierte en un pequeño ratón.
En la cual nos cuenta que la historia del pequeño ratoncito es acabar con un malvado rey, y su forma de terminar con el, es escondiéndose debajo de su almohada y le provoca la caída de sus dientes. Gracias a su cambio en ratoncito le permite pasar desapercibido y poder acabar con el malvado rey; y es así como nace la imagen de valentía y popularidad a uno de los animales menos queridos hasta entonces.
Así pues, la historia es transmitida de generación en generación, llegando a todo el mundo unos años después.
La figura del ratoncito Pérez no solo es famoso en España.
En Oriente Medio, por su parte, también es normal que los pequeños lancen sus dientes hacia el sol. Esto ocurre por la antigua creencia oriental que asegura que al hacerlo de esta forma los dientes saldrán en su posición adecuada.
También el nombre cambia según el país y la cultura. Por ejemplo en Italia, la forma de referirse es «Topolino» (ratoncito, en italiano) en Francia «La petite souris» (El ratoncito) y en Alemania el imaginario relacionado con el animal es sustituido por un hada, al igual que en muchos países de América (The Tooth Fairy).
Sea como sea, podemos observar que los dientes siempre juegan un importante papel en nuestras vidas. En cierto modo, su pérdida simboliza el paso de la infancia al mundo adulto.